Thursday, November 15, 2007


Lady López Zepeda (poeta y novelista). Mexicana, nacida en la Ciudad de México en 1956. Ha publicado poesía en las revistas virtuales y otras. Es moderadora del grupo literario El Fausto y participa activamente en diversos foros literarios. Forma parte de la Asociación Poetas del Mundo y de la Sane Society y pertenece al grupo editor de la revista virtual Palabras Diversas. Recibió mención de honor por los poemas Después de la siembra y Tierra de nadie en el Certamen Internacional de Poesía y Cuento Mis escritos en sus versiones 2004 y 2005 y finalista con el relato El Preámbulo en el Primer Certamen de Relatos Breves El País Literario de la revista virtual del mismo nombre y publicado en el libro Novísimos.











EL

Entra. Cruza por el largo pasillo. Hace calor en la cafetería. Sus manos como esporas. El susurro de la multitud. Su voz en mi oído. Distantes. El silencio, nuestros silencios. Sus ojos incandescentes. Bosteza. Descubro sus dientes. No lo conozco. Fragmentos. Imágenes. Su piel en la mía. Escucho el ruido de los cubiertos. El mesero pregunta qué voy a ordenar. Afuera llueve. Toma café. Sonríe. Desvío la vista. Lo miro de nuevo. Lee el periódico. Sudo.//Desnudo mi cuerpo.//Nos tendemos al piso.//Huele a grano, incienso y mirra.//Echo la cabeza hacia atrás mientras su lengua recorre mi piel.//Olores.//Elevo mi pubis.//Lo atraigo hacia mí.//Saborea mi vulva.//Goteamos.//No es Manuel.//Respiramos lento, profundo. //Mordisquea mis pezones.// Sorbe un trago de café y otro más. Me regala una sonrisa. Ordena la cuenta. Saca unos billetes de la cartera. Se despide de su compañía. Cruzamos miradas. Sonríe otra vez. Rubores. Se pierde tras el umbral. Me invade la soledad. Tiemblo. Frío. Mis ojos se nublan. Falta aire. Hace calor. Vacío.







TRAS EL FRÍO CRISTAL

Desde hace más un año, Agustín y Mónica se reúnen todos los viernes a las nueve de la noche. El encuentro ocurre en el mismo lugar, donde objetos y cosas permanecen estáticos como para no descomponer el tiempo. El humo del cigarro, las luces tenues, el vino y la pasión, son ingredientes que hacen de la atmósfera algo peculiar y que semejan un gran burdel.
Al encontrarse en sus soledades se miran con sus ojos de cristal y se suceden en palabras.
Mónica luce su boca carmesí, un escote profundo, el vestido ceñido a la piel que deja poco a la imaginación y unas sandalias que forman parte de sus fetiches. Su actitud de femme fatal hipnotiza a Agustín, quien la encuentra más altiva e impúdica que de costumbre.
Ese día, sin preámbulo, Agustín toma los muslos de Mónica y juguetonamente introduce los dedos entre sus bragas. Después de un gemido y al saberse húmeda, Mónica se desprende de sus ropas, muestra su hendidura y el silencio de sus labios: los otros, los ocultos.
Desde su silla, Agustín la mira con lujuria al vaivén de sus caderas. El espectáculo cobra vida en formas, colores, logotipos y ritmos. Mónica explora su cuerpo, deletrea uno a uno sus deseos mientras abre sus piernas, frota su clítoris, devora sus dedos, palpa sus nalgas y pechos.
Agustín recorre la piel de Mónica con vocablos, muestra la potencia de su erección e intercambian señales, fluidos, sudores. Consagran el instante y la plenitud sostenida en el vacío.
Es todavía de noche, todo transcurre en silencio mientras se habitan como rictus de sombras. El mundo queda suspendido en el espasmo. Agua y piel: amarras de misterio. Entre sábanas sus nombres.
Al sentir la crudeza de sus pieles tras el frío cristal, Mónica rompe en llanto y al apagar su PC precipita su caída al abismo.

1 comment:

Ricardo Juan Benítez said...

Lady,bienvenida a este rincón literario.
Prosa elegantemente erótica. Frases memorables, historias breves, dónde entran en ceñido combo la pasión, la lujuria, amores urgentes, y porque no, la desorientación de estos tiempos. Sobre todo en el segundo cuento ("Tras un frío cristal") da mucha tela para cortar. Incomunicación enla era de la comunicación digital. Gracias por estar.